Conserva un gran espacio en plazas traseras y el baúl, pero ahora con un diseño atractivo y numerosos elementos de seguridad y confort.
Hay una verdad tan antigua como el automóvil: la gente se compra, dentro de sus posibilidades, el vehículo que más le gusta.
Solo hay una pequeña porción de usuarios, muy racional, que elige realmente el modelo que más le conviene y sin dar ninguna importancia a lo estético.
Uno de los autos de nuestro mercado que “conquista” a ese comprador es el Nissan Versa, un modelo gigante por adentro, con el baúl de un sedán grande, correcta calidad interior y una mecánica confiable.
Pero desde lo estético, este vehículo compacto quedó desactualizado y no resulta atractivo. De todos modos, se seguirá comercializando con el nombre de Versa V-Drive. Y seguramente seguirá conquistando a su público.
Pero para la nueva generación del Versa, Nissan hizo lo que tenía que hacer: mejoró notablemente la presencia visual, lo potenció con una renovación mecánica y de elementos de seguridad y, para cerrar el círculo, conservó las virtudes del modelo anterior.
El aspecto de este sedán está en línea con los trazos vanguardistas que usa la marca en modelos más grandes. Y ya sea por proporciones de tamaño o por maduración del estilo luego de un tiempo, lo cierto es que el nuevo Versa luce moderno, atractivo y con una imagen de avanzada.
Como que de alguna manera el "patito feo" se convirtió en un esbelto y elegante cisne.
Está construido sobre la misma plataforma que se usa para fabricar el SUV Kicks, que se hace en Brasil, pero este sedán llega desde México, lo que garantiza su calidad de producción y de terminación.
De hecho, de la línea de montaje de la planta de Aguascalientes, también salen las unidades que van a mercados más exigentes como el de Estados Unidos, por ejemplo.
En su interior mantiene uno de los atributos que lo hizo reconocido, ya que el espacio en plazas traseras sigue siendo toda una referencia en vehículos de su tamaño.
Fuente: Clarin